Rodrigo Calcagni [1]
Activar el proceso de amarnos colectivamente, como la Vida nos ama.
Uno
Me cuesta decidir desde dónde escribir estos pensamientos, sentimientos, creencias, comprensiones, intuiciones, experiencias, observaciones, revelaciones, creaciones, propuestas y también un manifiesto.
Sé que a partir de lo que comprendo decido/elijo actuar en experiencias que tienen varios niveles de ser: un nivel interior, uno exterior, uno individual, uno colectivo, uno en cuanto a miembro de nuestra especie y uno en cuanto a miembro de una trama viva y comprehensiva que va más allá espacio y tiempo. Es la comprensión de habitar un gran ser expandiéndose en todas direcciones, es ser individual y colectivo a la vez, es un darse cuenta que confiere orden y sentido a toda esta danza de Vida.
De la experiencia de existir de manera humana en esta época y del formar parte de redes y comunidades de relaciones sociales y naturales y de tantas otras que venimos descubriendo, brota un fuego interior que quiere dar gracias y desde ahí contagiar y también alertar.
Creo comprender que algo importante se trama, se teje entre nosotros, en cuanto especie y también en cuanto el rol y el tejido particular que en conjunto somos.
Todo en este instante recreándose y transformándose, dando paso a nuevas formas que anidan en anteriores y en todo.
Algo que resuena en mí es el surgimiento de una espiritualidad que abarque, contenga, permee el ser humano, individual y colectivo y nos haga parte de una comunidad de vida, responsable, amorosa y sabia por tantos y tantos dones recibidos en cuanto individuos coetáneos, de nuestros ancestros y también de las nuevas formas de humanidad que pueden venir si encontramos la manera de abandonar ciertas prácticas destructivas del tejido de la Vida y nos adentraremos en viejos senderos místicos y lúcidos que nos permitan optar por la vida en abundancia a la que nos debemos y que a cada instante renueva para cada uno de nosotros su promesa de gracia, de gratuidad al permitirnos crear más y más profundas comprensiones de quienes somos, donde estamos y de aceptar el regalo de la Vida en el alto rango de consciencia al que hemos sido invitados.
Dos
Han existido, existen y existirán muchas diversas formas de decir lo que en estas palabras, pensando en un naciente nosotros, exploro mostrar. Cada hebra del tejido de la Vida conduce a la fuente y la fuente está en cada manifestación. Así, si logramos sintonizar cierta frecuencia espiritual, cierta vibración, cierta emocionalidad, o cierta capacidad para la belleza, para el misterio, la gratitud, el amor…cualquier rendija explorada nos puede dejar desnudos ante el más completo milagro que es la inmensidad y profundidad de cada brizna de Vida.
Hay un concepto que me llegó desde Thich Nath Hanh que me ha facilitado ver todo en todoy a nosotros con la capacidad de elegir un camino que mantiene, perfecciona y sigue creando la trama de intercambios, de dar y recibir que es la Vida como la habitamos. Entreser y la Nubees el texto. Entreser es su manera de explicar quienes somos y que intersomos. Algo profundo resonó en mi corazón, o en aquella parte que se estremece ante estas oleadas de misterio, que si escucho con atención, percibo.
Una clave de este mensaje es comprender que en cada uno de nosotros brilla la luz de la Vida, en cada comprensión profunda se está en presencia del espíritu que anima este concierto en movimiento que tan activamente se muestra de mil formas. En cada una de estas formas y expresiones de vida está el rastro para el camino a casa, a la fuente de la cual provenimos.
Compartimos ser hermanos, compañeros, familias, ser humanos, ser tribus, comunidades, barrios, pueblos, naciones, venir de la misma madre y padre, respirar de la misma atmósfera, Nuestra constitución atómica y química nos hermana, reímos juntos, jugamos y nos dé hambre. Pronto comprenderemos juntos que compartir el agua, el fuego, el alimento y nuestras existencias es lo que sacia nuestras múltiples necesidades. Si cada manifestación contiene el rastro y presencia del espíritu que la sostiene, compartir y fluir juntos son nuestras señales.
Tres
Nuestras civilizaciones, la actual dominante y todas las formas de conocimiento que tanto amamos son una mínima, minúscula manifestación del libro de la Vida que estamos aprendiendo a habitar.
Una tradición espiritual nos atribuye el ser creados creadores, imágenes de lo divino, manifestaciones del espíritu.
Algunos creen que esto sería vanidad. Pienso que es hiperrealismo y la vanidad quizá sea la ignorancia y miedo a reconocer que somos seres de luz y emparentados con lo noble, profundo y sencillo de todo lo que se manifiesta. Somos familia de todos y todo. Y lo reconocemos en la belleza, en el sentir profundo, en al amar, en la pasión, también en la rabia, el miedo, la violencia, la soledad, la angustia, el sin sentido, el vacío, la locura. Ahí, en medio de todo esto, somos la gran familia de la Vida expresándose en una de sus infinitas posibilidades.
Cuatro
La actual civilización contiene luces y sombras. Sus luces muchas y muy luminosas, sus sombras algunas muy enfermas y desviadas que requieren cambios profundos, drásticos, rápidos, colectivos, voluntarios, basados en acuerdos y en una lucidez colectiva. Necesitamos, un gran “nosotros”, entrar (o re-conocer que entramos) en un momento de regeneración profunda de sentido, de prácticas que den origen a una nueva civilización fundada en la abundancia y en la paz. Basada en el compartir, en participar, en reconocer al otro como un uno mismo, a un hijo/a de la Vida. Tratar a cada quien, en esta nueva dignidad de ser hijas e hijos de Dios, de contener al pequeño Buda, de ser parte del misterio y trama de la Vida y por esto contener todo en nosotros, cada quien hijo e hija de las estrellas y perteneciente a estirpes de príncipes, guerreros, sacerdotes, artesanos y curanderos. Somos Krishna y somos Shiva danzando. Somos una manifestación del todo con la capacidad de reconocer parentesco y linaje, no sólo en cuanto individuos, también en cuanto miembros de una especie y también el ser hijos de la madre tierra viva. Somos miembros de una comunidad de seres que respiramos y necesitamos del aire y del milagro de este fluido para existir. Eres de un lugar particular, habitas en un territorio en que todo interactuando te da lo que necesitas: aire, agua, alimentos, clima, paisaje y también un red y comunidad humana que te cobija y sostiene.
Cinco
El momento que vivimos como especie, hablemos de los últimos 20 0 30 años es dramático. Un crecimiento de bienes y males desenfrenado. Un fracaso de las grandes promesas: Democracia y mercado. Libertad, paz, justicia, fraternidad. Estados al servicio del bien común y cuidado del medio ambiente. Todo arrasado por una obsesión…crecer, tener, consumir, ser más que otros, ganar, vencer. Hemos transgredido todos los valores. Estados violentos, líderes que mienten y se corrompen. En fin, larga, trágica y aún poco conocida historia. Quizás lo más sorprendente es que de cierta manera no es sorprendente. Es un época casi normal. Salvo algunas cuestiones claves: los problemas crecen, entre los cuales corrupción y destrucción sistemática de la vida parecen irrefutables. El lado luminoso es la existencia de miles y miles de experiencias sabias, lucidas, amorosas que muestran que esta forma de sociedad no solo es una de miles posibles, sino una que daña los cimientos mismos de la Vida.
Dependemos y somos cómplices colectivamente de un sistema socio político que abusa, destruye y concentra desmedidamente, en la que todo esto es democrático y legal.
Nuestra época no reconoce el mal, no distingue entre bien y mal. No busca el bienestar de todos, busca crecer, dominar. La autoridad de lo público decide por otros, ordena a su manera. Sistemas políticos autoritarios, educación autoritaria y una sociedad dependiente y endeudada.
En mi percepción estamos haciendo las cosas mal: Individualmente, en las organizaciones de las que somos parte, y muy especialmente en la forma de estado/gobierno y de la economía del capitalismo avanzado en y de la cual vivimos.
¿Es posible dejar de hacer males y crear relaciones que permitan cambiar de tendencia de la sociedad global (todos los que ahora habitamos la bella madre tierra)?
Creo que esta conversación la necesitamos y que el orden que habitamos es un desorden impuesto en base a fuerza, miedo, adicciones, dependencias, ignorancia y abusos. Creo también que somos cómplices en mayor o menor medida y que la salida está basada en acuerdos (cuerdos) entre todos para decidir qué nos hace bien y qué nos hace mal en cada una de las relaciones que habitemos, en cada organización o intercambio del que hagamos parte. Todo debe ser re-mirado a la luz de la gratitud, de formas de intercambio que permitan el dar gracias sinceras.
Nuestra actual sociedad es una sucesión de sucesiones de relaciones de lucidez (comprensión) y también de egoísmo y violencia. Cada vez que rompemos el círculo sagrado de habitar el Gran Espíritu, cada vez que me prefiero y rompo normas básicas de intercambio en amor, traemos (atraemos) consecuencias de desórdenes conductuales como pobreza, adicciones, desesperanza y faltas de plenitud de miles de maneras.
El mal que habitamos es lo que una persona luego de observar en su interior, siente que le daña, algo que cuesta contar, algo que está ahí doliendo. Fuiste descuidado, violentado, abusado, engañado…todo eso debilita tu Vida. No fuiste tratado con atención con cariño, con respeto, no fuiste visto, reconocido. Cada uno de esos instantes te daña y pueden aún estar dañándote.
Ese ser único e interior que somos crece y expande su luz cuando es bien tratado. Cuando es tratado como la tierra nos trata: con cuidado, sin apuro, con paciencia y suavidad.
Paralelo, simultaneo e inseparable al “mundo” individual habitamos relaciones. Estas relaciones si no son de cuidado, si no ven en ti la vida misma, pueden dañar y de hecho dañan: Hablo por ti, no te considero, te mal trato, tomo mil partes para mí una para ti y te exijo que me des las gracias, quiero tu silencio y obediencia. Quiero tu tierra y tus aguas, tus conocimientos, tu fuerza y talento. Hago leyes sin que las entiendas y me beneficio de ellas, y así miles de malos tratos, basados en que unos se creen ignorantes y otros se sienten superiores y abusan.
Nuestras relaciones sociales están enfermas de sinsentido, de miedo, de abuso e ignorancia.
El camino de la vida es simple, cada uno es una plenitud y al ser tratado con amor y veneración florece y da frutos.
Seis
Sí se requiere un cambio global de todos y todo. Debe ser simple de entender y de practicar. Requiere partir por aquellos que ya lo hacen y quieren seguir, de su contagio y de su práctica “organizada”.
El método abc, nació como respuesta a este desafío . Consiste en diseñar una práctica simple que pueda elevar nuestra conciencia fragmentada. abces una comprensión y práctica que puede sernos de utilidad en estos oscuros y también luminosos momentos como especie. Veamos como opera:
aes el re-conconocimiento de mí, de que estoy vivo, de que tengo mundo interior, que estoy conectado a toda la Vida, que recibo instante a instante sustento, cobijo, aire y nutrientes, y que comprendo, aprendo, decido, actuó. En resumen, la experiencia directa que eres/soy maravilloso y único milagro de Vida. Esto es una experiencia comunicable. El primer paso es entrar en tu mundo interior y darte cuenta, frecuentar consciente ese espacio tuyo y sagrado. El camino de la sanación, la comprensión y el poder de crear son posibles desde este espacio. Esa continua conversación interior que llevamos es una señal de que no sólo eres, eres múltiple y en diálogo. Es una señal de la vida en ti, dentro de ti. Buen día me digo, sonrió y me alegro de estar vivo, de recibir el don de ser miembro consciente de toda la Vida.
b es el reconocimiento de ti, de un otro como yo. De que eres un yo, soy un tu, te necesito, te extraño, aprendo de ti, me gustas, me inspiras, quiero jugar contigo. Eres un otro yo, eres una parte que me completa. Muchas cosas son mucho mejor contigo, con otros. El fenómeno de actuar con otros se puede basar en un amor profundo por el otro. ¿Eres mercancía? ¿Eres un factor? ¿puedo comprar tu tiempo? O eres mi hermano de Vida? , ¿Cómo nos tratamos?. Nuestras organizaciones como las escuelas, los centros de salud, las empresas, los gobiernos, ¿cómo te tratan? ¿Sobre qué están fundados? ¿Practicamos buen trato, practicamos cuidado mutuo?
ces el darnos cuenta de que habitamos un territorio, externo e interno a la vez. Habitas tu casa, barrio, comuna, tu paisaje, tu nación, tu planeta y sigue creciendo, eres parte del fluido tiempo espacio. Eres uno que se da cuenta de todo esto y que recibe el sustento diario de la madre tierra, padre sol, de y en una compleja trama que te vincula a todo y con todo.
La comprensión práctica e integración del a + b + c nos invita a una triple práctica
Agradecer y cuidar de mi,
Agradecer y cuidar de nosotrosy desde nosotros,
Agradecer cuidar cada hebra del tejido la Vida,
Esta triple y única práctica es el salto de consciencia individual y colectiva que necesitamos.
No se trata de una nueva religión. Sí de una apertura a nuestra espiritualidad, es abrirnos a la presencia de este fluir vivo que nos sostiene a cada instante. Es descubrir que somos comunidad, florecemos en intercambios que nos cuidan respetan y nos permiten y alientan expresar el don que somos.
Por años hemos practicado el “me cuido, nos cuidamos y cuidamos la Vida” y creo que es algo descrito en muchas partes. En un momento releí el primer mandamiento cristiano y ahí estaba:
“Amar a Dios (espíritu creador) sobre todas las cosas y tu prójimo como a ti mismo”
Practicar y contagiar el abc o las múltiples variantes que hemos creado es uno de los pilares de este cambio de civilización que necesitamos, ahora, ya!
Siete
Imagina que tienes hambre y estás con tus cercanos. Deciden comer. Esto es un completo milagro y danza de miles de elementos, seres y ecosistemas intercambiando que aún no alcanzamos a ver. Quisiera poner la atención que para que ocurra esto hay millones de eventos que antes pasaron para que abras la llave y salga agua. Sacas el arroz de la despensa y hongos y cebolla del refrigerador y cocinas. Sal, aceite, platos, cuchillo, combustibles. “Entreser”está ante tus ojos en cada pequeño acto cotidiano.
¿Puedes saciar con tus amigos el hambre sin todo lo anterior y todo lo presente?
Si comprendemos esto, sabríamos que podríamos cambiar de tendencia global si estuvieran ya presentes todos los elementos que permiten el cambio.
Creo que tenemos hambre (necesidad) de este cambio profundo hacia la paz. Creo que el paso que viene es aprender a ver que ya está todo lo que la humanidad requiere para su pronta iluminación colectiva
Que este todo no significa que pase solo….ni tampoco que no esté pasando. La gran búsqueda de un nuevo renacimiento la contenemos. Mucha gente en muchos lugares lo están ya intencionando y explorando, aún así creo que no está pasando a la intensidad necesaria, falta algo que notaremos cuando llegue, será un música que escucharemos y sentiremos.
Estas palabras y este encuentro y premio Nueva Civilización son parte de esta nueva música, esta espiritualidad que quiere y de cierta manera requiere manifestarse
La especie humana puede destruirse muy ampliamente, sin extinguirse. Puede también extinguirse y con ella miles de miles de especies. Podemos desbaratar este planeta madre de la forma que le tomó millones de años tejer. Podemos simplificar, contaminar, mezclar todo con todo en un tremendo des-orden. La tierra madre puede volver empezar y en millones de años crear nuevos seres que tengan el conjunto de dones que lo humano ya tiene. ¿Quizás es ese a un camino posible, pero es lo que queremos? ¿Da lo mismo este proceso de destrucción masiva del que somos parte?
¿Hay algo que la humanidad ame tanto que quiera conservar?
¿Lo más amado somos nosotros mismos?
¿Todo de trata de ser felices y salvarnos a nosotros?
De qué se trata el juego (la presencia) de la Vida humana, ¿es sólo un cuento de individuos, la vida se trata de mi?, ¿solo de nuestra especie?
¿Qué está en juego?
Contenemos ese hambre de amigos que agradecen y disfrutan comer/convivir juntos y se organizan para comer/convivir, ¿será la comida/con-vivencia atractiva para que muchos lleguen a la mesa de la Vida?
Este fenómeno de vida muerte de la especie humana y “comernos” al planeta que ejecutamos ¿a qué profunda necesidad responde?
¿Hay otros niveles de consciencia o solo lo humano esta implicado?
¿Estamos abandonados a la masacres de masacres, que consciente o inconscientemente, en cuanto colectivo estamos perpetrando o al menos permitiendo?
La respuesta, en mi comprensión, viene de algo mayor a lo humano, que lo contiene, que activa en lo humano la gratitud por la profundidad existencial que tenemos y nuestro desafío consiste en activar nuestra capacidad como colectivo, de dejar de estar nosotros al centro y habitar un tricentrismo: a + b+ c. Es mi amor a mi, nuestro amor mutuo y el amor a la madre tierra, hija también del galaxias en movimiento que puede contener la semilla del cambio hacia relaciones de cuidado mutuo.
Ocho
Si es necesario es posible.Leí esto en un grafiti en un muro y me conmovió.
Creo que es el momento, están los elementos en sus posiciones, están las personas y las redes que se requieren. El espíritu que anima a la tierra madre está despertando la consciencia humana.
¿Cuales son los pasos, pases o palabras mágicas que requieren ser dichas?
Nuevamente creo que viene de una confluencia, que son muchas las personas, organizaciones, redes y territorios que están en este curso y se están redescubriendo y conectando.
Creo que lo único posible es crear experiencias cotidianas de individuos, colectivos y territorios que cambian, abren su comprensión y prácticas y viven la Nueva Civilización que nos convoca.
Vengo de una familia que nos inculcó quela comunidad es una forma de vida amable. He soñado con esto y he tenido amigos que me dicen, eso es un sueño, la realidad es otra. De esta experiencia de frustración de no poder “convencer” y de un inmenso amor por la Vida brota un: “tengo una idea”, y acciones para que ocurra. En años de existencia han sido muchos los ensayos errores y sigo-seguimos en trabajo y Vida, unido a otras personas que tienen la mismas búsquedas.
Quisiera ofrecer algunos elementos que inspiran acciones que buscan activar el proceso de amarnos colectivamente, como la Vida nos ama.
Es una especie de síntesis que busca realizar acciones escalables capaz de cambiar la tendencia global basada en acción local.
Se basa en cuatro líneas de acción simultáneas y complementarias
- Cambio de ciudadanos a (comunidad de) habitantes
- Organización de organizaciones de habitantes para el bien común
- Tránsito de servicios públicos centralizados y no responsables a servicios públicos comunitarios responsables
- Tejer la vida basado en acuerdos de ordenamiento territorial
Nueve
En breve palabras,
- Cambio de ciudadanos a (comunidad de) habitantes.
Nuestra comprensión entrenada es que somos miembros de estados-naciones y que en cuanto tales somos ciudadanos. Que tenemos derechos y deberes, que el gobierno es democrático y operamos en economías de mercado que tienden a través de la competencia al orden. Hay mucha evidencia de que esto no funciona. Entre tanto el sistema robustece la desigualdad y los derechos prometidos se alejan, haciendo a la sociedad cada vez más dependiente del dinero interés positivo. La calidad de vida se aleja y estamos dañando severamente el tejido de la vida. ¿Cómo hacer un giro? Siguiendo la visión de “me cuido, te cuido, juntos cuidamos la Vida”,nuestra existencia humana ocurre en un territorio específico y en relaciones sociales y políticas particulares. La comprensión de ciudadanos delega en el Estado y el sistema económico, las relaciones entre nosotros y entre nosotros y el territorio. La noción de habitantes nos abre a la comprensión de que habitamos hábitos y hábitats y somos individual y colectivamente responsables de nuestras relaciones y del cuidado del hábitat común.
En nuestra experiencia los habitantes de un territorio son capaces de definir sus límites espaciales, identificar quienes habitan en él, conocen las organizaciones existentes, reconocen los ecosistemas y los bienes y servicios que generan. Tienen una comprensión y juicio del estado de salud de sus relaciones sociales y también del estado de los recursos naturales.
El postulado es que antes de ciudadanos, somos habitantes y que la consciencia individual y colectiva de esta dimensión requiere un sistema de decisiones en que los habitantes participen en aquello que afecta a sus territorios. Los habitantes son “naturalmente” corresponsables del cuidado de las formas de Vida de su territorio. Imaginamos círculos concéntricos donde los pueblos y aldeas se organizan, reconocen sus áreas urbanas, su zona rurales y también sus áreas silvestres, conocen su patrimonio natural y cultural y son corresponsables de su gestión. Coordinan su gestión en territorios mayores, comunas o regiones, sin delegar su responsabilidad en su propio territorio.
Una manera de explicarlo es que independiente de la propiedad los territorios estos son parte de un eco tejido que requiere una gestión independiente de la propiedad. Existen procesos ambientales en los ecosistemas de los territorios y estos deben estar cuidados y gestionados desde el bien común, no solo humano, en bien del conjunto de seres que habitan ese espacio.
Nuestra primera naturaleza no es el estado/ciudadanía, es tu familia, tu comunidad, la comunidad de vida que habitas. Desde ahí necesitamos que surja la organización social y natural. Es desde habitar la vida, el territorio, nuestras relaciones cercanas, es desde compartir (participar y decidir sobre) lo común es que podemos expresar el bendito regalo que somos.
1.- Hacia una organización de organizaciones de habitantes para el bien común.
Al observar la vida social de los territorios, se observa una tendencia natural a organizarse. Esta se ve severamente limitada por la acción del Estado que básicamente decide por la gente, informa muy insuficientemente y fracciona, según su forma de gestión, los temas que afectan a las comunidades. De esta manera tenemos, desde pequeñas localidades mayores concentraciones humanas, decenas de organizaciones que no funcionan democráticamente, no participan en decisiones y básicamente su participación se reduce a postular a fondos públicos que con suerte se ganan, de los cuales no se evalúan resultados, a lo más los gastos. Esto hace que tengamos casi nulo capital social, o en otro lenguaje, un mínimo de “comunidad” o tejido social activo.
Hemos, desde distintas organizaciones, explorado la idea de Consejos de Organizaciones que reúnan a las distintas expresiones territoriales: juntas de vecinos, adultos mayores, clubes deportivos, centros culturales, jardines, escuelas, comités de vivienda, de aguas, ambientales, jóvenes, etc. Estas organizaciones actuando como conjunto, organización de organizaciones, son capaces de comprender y crear relatos/acciones y recursos para sus territorios. Son capaces también de abordar temas de salud social y de conflictos profundos que muchas veces dividen comunidades.
Vemos en esta autoorganización de los habitantesuna posibilidad de generar recursos y soluciones a temas sociales y también ambientales. Una sociedad nueva requiere de formas de convivencia más evolucionadas, y éstas simplemente no pueden porvenir de visiones externas y autoritarias y muchas veces violentas. Tampoco de manipulaciones políticas de quienes lideran y no tienen el interés sincero en atender las necesidades de sus comunidades, sino se basan obtener beneficios políticos y también económicos. No parece amable querer posiciones de poder para servirse del poder. En relaciones de colaboración, la gente aprender a entender y gestionar sus recursos, cosa que el actual sistema político/económico, directamente no promueve.
2.- Tránsito desde servicios públicos centralizados y no-responsables a servicios comunitarios responsables.
El concepto de comunidades territoriales responsables de su buen vivir y del cuidado de sus recursos naturales, que también lo son del cuidado en cuanto humanidad del tejido de la Vida y de todos los seres que la habitan, es un camino de autoorganización desde lo local y requiere de un Estado muy diferente del actual. El cuidado de lo común fue delegado consciente o inconscientemente al Estado (por esta a gobiernos y por estos a un sistema económico de grandes corporaciones). Pensamos que podríamos encargar a alguien que gobierne lo común, que legisle y haga justicia, que cree acuerdos y gestione recursos de todos para el bien de todos. Los resultados son al menos insuficientes. El resultado es el Estado actual: autoritario, violento, centralizado, politizado, desarrollista y fraccionado. De bien común queda poco y de democrático, sólo el nombre.
Necesitamos servicios públicos que respondan a sus comunidades, entendidas como habitantes organizados y responsables de sus territorios. Necesitamos servicios públicos coordinados que trabajen desde lo local y tengan capacidad decidir en conjunto con sus usuarios en sistemas basados en cooperación y para el bien común.
Imagina ahora, vecinos y servicios públicos trabajando unidos para organizar respuestas efectivas para sus habitantes y territorios, coordinados temática y territorialmente a escalas mayores. Este giro, en su fase temprana, depende de los habitantes. Los servidores públicos también son habitantes y se deben, antes que a sus jefes, a sus comunidades. Esto No es necesariamente contradictorio. Si lo público deja de ver todo fraccionado, si permite autoorganización, logra que la mayor parte de los sujetos interactúe aportando creativamente.
Nuestros sistema actual es desigual porque excluye desde la base, genera injusticia cuando segmenta y no permite reflexionar e impone su orden. Genera frustración cuando niega a sus servicios públicos trabajar con sus comunidades. Pierde sus valores y sentido cuando las personas deben trabajar para empresas y Estado para sobrevivir en contra de lo que necesitan y creen. Este es un orden corrupto que genera males diversos al no permitir a cada quien expandir sus capacidades de crear a través de participar. Nuestra profunda enfermedad es ser esclavos de algo enfermo de lo cual dependemos.
Cambiar este estado de cosas es necesario y por esto posible. Requiere de coraje, pero de un coraje que ama la vida y quiere que se exprese.
3.- Tejer la vida basado en acuerdos de ordenamiento del territorio.
Además de los problemas sociales derivados del este “modelo” de desarrollo, están los temas ambientales. Siendo pocos y consumiendo poco el planeta madre, estaba seguro. La cantidad de población, el nivel de consumo, el descuido y abuso de los ecosistemas y la contaminación de aire, agua, tierra, es algo que muchos consideran ya irreversible. ¿Cambiar la tendencia de destrucción de ecosistemas será posible?
Es extremadamente difícil y aún es posible.
Hemos sido parte una experiencia en La Araucanía, en la que sedeclaró un territorio de más de un millón de hectáreas, y el 36% del territorio regional, miembro de la Red Mundial de Reservas de Biosfera. Las Reservas de Biósfera son un reconocimiento de Naciones Unidas, UNESCO, Programa MBA, a territorios que han decidido explorar si es posible para los seres humanos habitar sus territorios en una armonía natural, sociocultural y económica. Hay desde el origen del programa en 1968, casi 700 experiencias de Reservas de Biósfera. Hay algunas claves de estas experiencias que me parece contienen una parte de la respuesta que necesitamos para abordar la destrucción de un componente clave del tejido de la Vida: las áreas (sistemas) silvestres y los bienes y servicios ambientales que generan. Las reservas de biosfera se basan en un acuerdo de ordenamiento territorial para proteger recursos silvestres en buen estado de conservación. Se requiere un área núcleo, protegida por el estado que cumple la función de preservación. Esta debe estar envuelta en una zona bufferque la proteja y un tercer anillo , zona de transición, que envuelve núcleo y buffer, de uso intensivo rural y urbano que compromete un uso sustentable de sus recursos. La solicitud de creación de cada reserva es solicitada y comprometida por los Estados y comporte además de la zonificacióndescrita un sistema participativo de gobernanzay un plan de acción. La Red Mundial de Reservas creada bajo el mismo patrón puede ser la base de una red mundial de territorios que protejan áreas silvestres del planeta. La dificultad de esta red es que no practica el abc, están aún en ganar dinero para vivir y no en vivir y crear riqueza por que estamos vivos y compartimos.
Otra comprensión cierra la imagen. Juan Gasto, Profesor de Agronomía de la PUC, dedicó buena parte de su vida profesional a estudiar el lo que llamamos paisaje cultural. Él nos enseñó una distinción que creo válida en estos delicados momentos de la espacie humana: Polis, Ager y Saltus. La matriz base del territorio es la naturaleza y mediante uso puede llegar a ser transformado en hábitat humano (Polis), en tierras de cultivo (Ager) o permanecer en estado natural o silvestre (Saltus). Estos usos genéricos nos permiten pensar que la sociedad humana puede y necesita crear un orden que asegure la existencia de Saltus en todo el planeta.
Imagina que nos organizamos en cada territorio, en comunidades de habitantes y servicios públicos comunitarios, que se juntan para trabajar por el bien común y deciden ordenar sus territorios para cuidar y conectar sus áreas silvestres con las de sus comunidades aledañas.
Si logramos hacer esto a escala global estaremos haciendo visible la matriz de lo silvestre (Saltus), reconociendo y conectando el conjunto de ecosistemas que permiten la Vida en el planeta madre. Tejer (conectar) y cuidar lo silvestre del planeta sería una señal que la humanidad puede salvar esta etapa de su historia.
Creo que nos debemos esto solo por la gratitud a la Vida, también por respeto y gratitud a la Tierra Madre y también porque quizás, solo quizá, seamos una forma de luz, de consciencia que emerge del amor de la vida por la Vida.
Unámonos como seres humanos en un tejido de espíritucon una creciente consciencia de auto cuidado mutuo, incorporando en lo “mutuo” a toda forma de existencia.
Diez
Cierre y apertura
Que esto ocurra es posible y está en nuestras manos. No será esto exactamente, más bien estas imágenes son como hilos de agua uniéndose en esteros uniéndose a otros esteros para ir dando forma a este enorme cauce de vida, un nuevo orden, basado en la paz, en la gratitud y en sus bellos frutos.
No se trata de ganar o perder, o de esta u otra ideología, se trata de la Vida misma, de abrir nuestra comprensión para que nuestros actos sean un dar gracias en cada inspiración y exhalación por el don de la vida y con ella de la consciencia cósmica que hemos recibido.
[1] Rodrigo es Ingeniero comercial, con estudios en educación y coaching ontológico. Trabaja en la Corporación Parques para Chile y en la Fundación Huerquehue. Ha trabajado explorando el desarrollo de personas, organizaciones y territorios en una búsqueda práctica de Comunidades de Vida, vida de comunidades. Es miembro de comunidades de conservación de corredores biológicos, y participante activo de la red chilena de reservas de biosfera.