ÉTICA DE LAS VIRTUDES Y EDUCACIÓN. ¿Por qué y para qué sería necesaria una ética de las virtudes?

Claudia Albarracín López [1]

 

INTRODUCCIÓN

Habiendo reflexionado durante los últimos años sobre la educación en virtudes, a través de un proyecto educativo iniciado poco después de mi llegada a Chile, se me abrieron varias interrogantes en relación a la educación en general, y a un tipo de educación capaz de comprender una dimensión más humana del ser, en particular.  Todo esto en un Chile que convirtió a la educación en “el gran tema” y que al parecer aún no ha podido definir un propósito ni enfoque propio; anhelando desde lejos el modelo finlandés, del que tanto se habla y desea.

En ese sentido mi interés fue indagar lo que desde la academia se estaba proponiendo sobre la ética de las virtudes y de cómo ésta puede ayudar a diseñar las bases de una educación que vaya más allá del conocimiento puro y duro, dejando así de priorizar las mediciones sobre datos e instrumentos, a través de la pregunta: Por qué y el para qué sería necesario retomar una ética de las virtudes en general en la dinámica social y en particular en el ámbito educativo, a partir de las propuestas de tres pensadores contemporáneos (Victoria Camps, Humberto Maturana y Adela Cortina), que son parte de un grupo de intelectuales que apuestan por el tema, nutriendo una rica y diversa discusión sobre la ética de las virtudes. Cada uno con sus particularidades, con mirada renovada, en algunos casos y, en otros, con una propuesta similar a lo planteado por los filósofos de la antigüedad. 

La elección de este surge en el marco de un contexto desafiante en los niveles ambiental, social, político y económico, siendo la corrupción, competencia, irresponsabilidad, inequidad y egoísmo los patrones de conducta que socavan la estabilidad y armonía del género humano. 

 

CONCEPTOS CLAVES

¿Qué se entiende por ética? 

La ética es una disciplina filosófica que intenta analizar y reflexionar sobre la concepción que tiene el ser humano de aquello que es bueno y lo que es malo. En términos generales se puede decir que la ética tiene que ver con la formación de la persona de acuerdo con sus ideales, valores y principios. Sin embargo, es necesario puntualizar que la ética es un reflejo del pensamiento de cada momento histórico, es así que su enfoque ha ido cambiando, intentando así responder a las necesidades de cada época. Pero pese a la época la ética siempre estuvo apegada al bien. 

Etimológicamente, ética viene del griego (éthos) que apela al carácter y las costumbres. Al respecto, Adela Corina señala que “el saber ético desde sus orígenes, está ligado al carácter[2]de las personas,  que son las primeras actrices del mundo moral y a la felicidad, la meta, el télosal que todas tienden”. El carácter, por su parte – afirma - es un conjunto de predisposiciones,  de hábitos,  para obrar en un sentido u otro que se van forjando día a día.  .

Para Elizabeth Anscombe, -mencionada en el trabajo de Diana Hoyos-, la ética actual debe basarse en una condición del ser en contraposición al deber, ya que considera que “una enfermedad general de las teorías morales de la modernidad fueron los términos de obligación y deber moral en los cuales se basan estas teorías han perdido su sentido, por lo cual es necesario desecharlos. Debido a que tales términos sólo funcionan cuando se tiene un modelo legalista de la ética, uno que contenga la idea de un legislador (que en el Medioevo era Dios), modelo que pretendió abandonarse en la modernidad.  Los corrientes términos “tiene que”, “necesita”, “debe”, “ha de”, adquirieron este sentido especial”. (Hoyos Valdés, 2011. Pág. 63).

Las posturas, tanto de Singer como de Anscombe, vislumbran una lectura distinta de la ética que atestigua un nivel de evolución y/o un grado mayor de consciencia del ser humano; lectura que ya es compartida por otros intelectuales,  quienes invitan a que el individuo pueda moverse bajo los patrones de una ética por su nivel de entendimiento de aquello que es bueno para sí mismo y para el contexto, dejando de actuar por obligación o porque la ley lo determina.  

En definitiva, fueron las distintas posturas de los pensadores que, a lo largo de la historia, dieron a la ética un sentido particular, que marcaron distintas tendencias e influenciaron a la dinámica humana en distintos periodos de la historia. De todas estas lecturas rescato la visión de Aristóteles que en su Ética Nicomaquea vincula le ética a la vida del hombre en su cotidiano vivir, indicando que la función del hombre es llevar un cierto tipo de vida que surge de una actividad del alma y de acciones razonables a través de actos de excelencia que se realizan de manera constante, entendiendo que el fin último de éstos es el alcanzar la felicidad, por considerarla “lo mejor y lo más hermoso,  lo más agradable” . 

La ética de Aristóteles no sólo entrega pautas para procurar las acciones buenas y alejarse de las malas, tal y como -de manera tan marcada- se hizo en la época moderna, sino que también impulsa a una vida buena como producto del desarrollo del carácter, que se adquiere principalmente de un proceso educativo, fortaleciendo la practica de virtudes.

¿Qué son las virtudes? 

Aristóteles realizó importantes aportaciones en relación a las virtudes, las que considero de manera especial principalmente porque su concepción no está vinculada a una tradición religiosa. La palabra virtud viene del griego aretéque significa excelencia y apela a aquella acción que refleja una forma de ser capaz de generar aspectos positivos para quien la práctica y para su entorno. En su libro II de la Ética Nicomaquea, señala que la virtud esuna disposición adquirida, un modo de ser que conduce a una acción recta y a la excelencia.

En ese sentido la excelencia, surge de un nivel de consciencia,de la capacidad, de la voluntadde realizar elecciones que buscan lo positivo. Dicho modo de ser determina que el hombre se acerque a lo bueno, o no. Se dice que “ninguna de las virtudes éticas se producen en nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica con la costumbre” (pág. 158). Al no ser algo de la naturaleza misma, se requiere cultivar esa tendencia.

La virtud como “modo de ser” permite que las personas se comporten bien por el simple hecho de acercase a lo correcto, y es allí cuando el actuar con dicho comportamiento se transforma en placer. 

¿Qué se entiende por ética de virtudes.

Ahora bien, y antes de definir los alcances de una ‘ética de virtudes’,  decir que mi aproximación será desde las ciencias sociales y filosóficas, evitando la mirada que nace de un contexto religioso, específicamente desde el cristianismo que, en un momento dado de la historia, se apropia del término virtud y delinea una ética de las virtudes desde su óptica particular, siendo que sus alcances van más allá de dicho contexto. De hecho, situar a las virtudes en un contexto religioso, cualquiera que sea, o apostar por una ética de las virtudes de acuerdo a la lectura particular de un movimiento religioso es un error, considerando que el fin último de la ética de las virtudes debería ser impulsar una cultura, resultado de acciones de excelencia de los seres humanos, que conduzcan al bienestar individual y colectivo.

Si bien,  Bernardo Kliksberg decía que las virtudes -hoy por hoy- son una suerte de obsolescencia cuyo refugio son las organizaciones religiosas, hay varios intelectuales que están aportando con reflexiones renovadas acerca de la ética de virtudes, y que incluye el situarla en un espacio determinante en los asuntos públicos, tal como lo sugiere Camps, pues para ella, lo correcto es hablar de virtudes públicas y no de virtudes privadas. 

Para Camps la ética de las virtudes tiene que ver con la excelencia de la persona como tal, y no  como representante de un papel social, pues apela a una responsabilidad “capaz de combatir las faltas de este mundo y el desapego que ha producido la cultura de la opulencia. Esta autora considera que la ética de las virtudes se manifiesta cuando las personas son capaces de desarrollar de manera consciente la excelencia en hacer las cosas, por lo que la ética de las virtudes debería partir con educar los sentimientos, y así promover una ética del respeto, tolerancia y solidaridad, que faciliten la convivencia con los demás; convencida que es una respuesta correcta ante la situación de carencia de la actualidad. 

Consciente de la delgada línea entre los conceptos de ética, virtudes, moral, he estructurado el siguiente concepto de lo que entenderé por ética de virtudes:

Un enfoque de vida sustentado por principios/virtudes que busca el desarrollo del carácter del hombre, el mismo que debe evidenciar un comportamiento y actos de excelencia (areté) en su cotidiano vivir, que le permitan alcanzar su felicidad como de la comunidad, por considerar esto lo mejor y lo más hermoso,  lo más agradable, tal como decía Aristóteles. Implica el reconocer las consecuencias de los actos, junto con ser consciente de la influencia de las emociones en el plano individual y social.

¿Qué se entiende por educación?

Irina Bokova, ex directora Directora General de la UNESCO en el informe denominado “Replantear la educación: ¿Hacia un bien común mundial?”, decía que “no existe una fuerza transformadora más poderosa que la educación para promover los derechos humanos y la dignidad, erradicar la pobreza y lograr la sostenibilidad, construir un futuro mejor para todos, basado en la igualdad de derechos y la justicia social, el respeto de la diversidad cultural, la solidaridad internacional y la responsabilidad compartida, aspiraciones que constituyen aspectos fundamentales de nuestra humanidad común”. 

Esta declaración es un buen punto de partida para reflexionar sobre la pregunta inicial que planteo y que apunta a indagar  qué se entiende por educación; pregunta que intentaré responder con la ayuda de algunos autores para la versión final.

 

PRINCIPALES DESAFÍOS DE LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

Muchos intelectuales afirman que la dinámica social, económica, política y ambiental, están generando desequilibrios que ponen en riesgo la estabilidad y la supervivencia del hombre.  Según Humberto Maturana: vivimos en una sociedad que enfatiza la competencia como valor social, siendo que la competencia es antisocial,  no es natural,  es la negación del otro porque involucra un fenómeno en el que el éxito de uno se funda en el fracaso del otro. (Maturana, 2007. pág. 34).

Por su parte, Bernardo Kliksberg, en lo que respecta a la pobreza dice que “no hay excusas para la pobreza, ya que ésta se debe únicamente a la falta de equidad y de sabiduría social en la organización del planeta”. (Kliksberg, 2005. pág. 51). Agrega que la desigualdad y la pobreza son producto de una injusticia histórica, de políticas irresponsables y de abuso de poder. Una distorsión de los valores humanos y del orden moral, que se mueven en torno a un consumo desenfrenado y donde la competencia desleal es la tónica de las relaciones humanas. 

Sobre la corrupción, el mismo autor, basado en una investigación que realizó sobre el caso Enron, decía que los protagonistas en muchos casos eran egresados de los mejores Master en Business Administration(MBA) de los Estados Unidos, su educación gerencial era impecable, procedían de familias adineradas. No eran precisamente necesitados. Sus paquetes remuneratorios los ubicaban entre los ejecutivos mejor pagados de los EEUU. Entonces “¿qué pasó?”, se pregunta y su respuesta indica que hubo una falla ética de grandes proporciones. Había una carencia de valores individuales, como también de valores en la cultura corporativa. (Kliksberg, 2005).

En la misma línea para Adela Cortina señala que los escándalos de corrupción han mostrado la necesidad de sacar del baúl de los recuerdos una ética enmohecida y olvidada por culpa de la crisis de valores, y  dice que la corrupción actual sería un síntoma de esta pérdida de valores. 

De igual modo Camps reflexiones sobre la corrupción y la califica como un vicio extendido que requiere de una atención particular y urgente, por que esta minando la estabilidad de los pueblos. Como estas voces, hay muchas más que apuntan a señalar que el origen de la corrupción básicamente tiene una raíz moral, que se ha extendido por todas partes del globo y que los protagonistas provienen de distintos orígenes sociales, económicos y religiosos. 

Otro desafío tiene que ver con la religión, y que resulta ser la más paradójica y, por lo tanto, la más cuestionada, ya que todas las denominaciones religiosas cuentan con códigos éticos que apelan y estimulan un cierto estándar de comportamiento que muchas veces difiere significativamente del discurso, y no sólo de parte de sus fieles, sino de la cúpula religiosa misma, que, en algunos casos, muestra una disonancia entre su ser y hacer,  lo que da pie a una crisis profunda de la religión hoy en día. Entre los hechos más cuestionados están el terrorismo, los abusos sexuales y la acumulación de riqueza. 

En el caso del terrorismo, son algunos musulmanes que, malinterpretando la base teórica de su fe, gestan actos terroristas en nombre de la misma. Después del 11 de septiembre de 2001[3]los actos terroristas en nombre de la religión han sido más frecuentes, por lo que prevenir y combatirlos se ha convertido en prioridad de Estado para muchos países,  principalmente los europeos por que en los últimos años se han incrementado notablemente en cantidad y brutalidad.

Bahá ú lláh, el profeta  y fundador de la Fe Bahá’í[4],  decía que la religión constituye el medio más potente para el establecimiento del orden y la tranquilidad de  los habitantes de la Tierra, considerando que la religión ha ejercido una poderosa influencia sobre las sociedades y el desarrollo de las cualidades espirituales del individuo. Señalaba que “los principios espirituales y universales que atesora la religión - la tolerancia, la compasión, el amor, la justicia, la humildad, el sacrificio, la honradez, la unidad y la entrega al bienestar de los demás- son la base de toda civilización progresiva”  En ese mismo documento se reflexiona que pese al influjo de fuerzas positivas que las religiones buscan entregar a la comunidad, es difícil y hasta imposible  ignorar los aspectos negativos que nacen de la religión misma, que se ha traducido incluso en perversiones que han terminado por el debilitamiento de las bases sociales con signos de intolerancia, terrorismo, odio, machismo, injusticia, pobreza, opresión, violaciones y  guerra. 

En el caso de  Chile, país  de tradición católica, la visita del Papa Francisco en enero del 2018 evidenció un rechazo tanto hacia lo que representa la cabeza de la Iglesia, como por las denuncias de encubrimiento a los abusos sexuales, principalmente los perpetrados por Karadima[5].Además de este caso, a la Iglesia Católica se le atribuyen fortunas de dinero cuyo origen no ha sido clarificado ni transparentado. Bárbara Brito, ex vicepresidenta de la Federación de Estudiantes Universidad de Chile, en un artículo sobre la reciente visita del Papa decía:

“…tiene por principal objetivo generar la confianza perdida y buscar un mayor arraigo en los jóvenes, pero hasta ahora los coros de niños y niñas que tuvieron por tarea recibir al papa siguen reducidos a los colegios más acomodados del país como el Verbo Divino, y tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales los casos de pedofilia y abuso sexual han resonado más que cualquier debate que haya querido imponer el Papa. Con su visita no ha logrado marcar la agenda, hacer girar el foco nacional e internacional de la crisis política que vive la Iglesia a sus propios temas y la concurrencia a las actividades preparadas están por debajo de las expectativas no pudiendo competir con las enormes congregaciones que han generado las movilizaciones por No + AFP, Ni Una Menos o el movimiento estudiantil”[6].

Otro desafió aún no superado tiene que ver con la situación de la mujer,  que continúa en desventaja en relación al hombre, pese a los avances logrados, todavía hay mucho por hacer, pues la realidad es que  hoy por hoy  las mujeres tienen dificultades para acceder a trabajos dignos y justos en términos salariales. Hay países del tercer mundo donde las mujeres no reciben educación ni atención médica. A nivel global, la violencia contra las mujeres no ha cesado. Empujar hacia la igualdad no es un tema que deba surgir por  un acto de buena voluntad de ciertos sectores, gobiernos e individuos. La igualdad de género es un derecho humano y alcanzarlo implicará un crecimiento en términos sociales, políticos y económicos. Sin embargo, puntualizar que esta crisis, al igual que las otras, requiere de patrones morales que ayuden a lograr  un entendimiento cabal y profundo acerca de la igualdad entre hombres y mujeres. Implicará derribar todo tipo de prejuicios y elevar los estándares de respeto y reconocimiento hacia la mujer, en un marco de justicia en todo nivel.  Sobre la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre, Abbas Effendi señaló:

“El mundo de la humanidad tiene dos alas: el macho y la hembra. Mientras estas dos alas no sean equivalentes en fuerza, el ave no volará. Hasta que las mujeres no alcancen el mismo grado que el hombre, hasta que no disfruten del mismo campo de actividad, no se realizará un logro extraordinario para la humanidad; la humanidad no podrá volar hasta la altura de los reales logros. Cuando las dos alas o partes se vuelvan equivalentes en fuerza, disfrutando de las mismas prerrogativas, el vuelo del hombre será elevado y extraordinario. Por tanto, la mujer debe recibir la misma educación que el hombre y toda desigualdad debe ser corregida. De este modo, imbuida con las mismas virtudes que el hombre, elevándose a través de todos los grados de consumación humana, las mujeres llegarán a ser los pares del hombre y hasta que esta igualdad no sea establecida no se facilitarán el logro y el progreso verdaderos para la raza humana”.

Por otro lado, el tema ambiental con el cambio climáticos, sin duda, uno de los mayores desafíos contemporáneos, porque implica la supervivencia de la raza humana. Bernardo Toro, Asesor de Fundación AVINA, en una presentación realizada por TED[7](Tecnología, Entretenimiento, Diseño) en 2012, afirmaba que el ser humano se ha comportado de manera tal, que su propia existencia está en riesgo. Puntualizaba de manera enfática, que el planeta no es el que está en riesgo, sino la humanidad misma porque de seguir bajo el mismo ritmo, las condiciones de vida se reducirán notablemente. Su llamado es a cambiar el paradigma que permita resaltar la capacidad de humanizar a las personas para que puedan  revertir los daños que han ocasionado antiguos paradigmas, los mismos que impulsaron actitudes/acciones basadas en el ganar / perder. Ahora - señala-  se requiere de aprender a hacer transacciones con un ganar / ganar.

En esa misma línea, Escobar hace una reflexión sobre la crisis ecológica y social contemporánea, señalando que esta crisis es inherente al modelo de vida social que ha predominado en los últimos siglos. Hay muchas formas de referirse a este modelo: industrialismo, capitalismo, modernidad, (neo) liberalismo, antropocentrismo, racionalismo, patriarcalismo o secularismo”  (Escobar, 2013. pág. 3). Su propuesta es avanzar hacia un proyecto denominado Transiciones, que busca construir un “mundo en el que quepan muchos mundos”.  

Este ejercicio requiere, y según lo propone Capra, “un cambio radical en nuestra percepción, en nuestros pensamientos, en nuestro valores”.  Para Capra el cambio de paradigma es esencial. Sugiere contar con una visión holística, capaz de ver a toda la vida conectada e interdependiente. Su postura está ligada a la ecología profunda,  centrada en el ser humano y en nuevos valores éticos. (Capra, 1995. pág. 26).

Para Singer, “la presión que ejerce la necesidad ecológica de cambiar nuestra economía ofrece la mejor oportunidad que se ha presentado en siglos para reflexionar sobre esta cuestión, y descubrir en qué consiste verdaderamente vivir bien”. 

Jonas Hans, filósofo alemán, hace una interesante contribución en el sentido de cómo se debería encarar este tema, dejando de lado los antiguos imperativos éticos, como el que nace de una mirada kantiana que propone un “actuar de tal modo que el principio de la acción se transforme en una ley universal", y en su lugar apela a un “actuar de tal modo que los efectos de la acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica", que implica no poner en peligro la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra".  

“El hombre no puede erigir su destino basado en un ciego orden de gran poder de transformación y destituido de valores éticos. En consecuencia, se hace imperiosa una nueva filosofía de la ciencia, lo que significa un cambio de paradigma. La cultura griega disponía de un saber de gran alcance, pero que no llevaba a ningún poder significativo de transformación. Al contrario, el saber moderno, de fuerte predominio técnico, se hace acompañar por un extraordinario poder de transformación careciendo, sin embargo, de una reflexión ética que ejerza moderación sobre el imperial poder de la tecno ciencia.  

Esta ética de la responsabilidad propuesta de por Hans también está basada en valores, al igual que los griegos, sólo que ahora su ejercicio es producto de un proceso consciente y no de la imposición o obediencia ciega. 

Todos los autores incluidos en las reflexiones sobre el medio ambiente coinciden en pensar que las soluciones a la crisis ambiental no pasan precisamente tan solo por incluir medidas tecnológicas, políticas o económicas. La clave parece estar en cultivar en el ser humano una mirada particular en relación a su entorno, desplegando un profundo sentido de respeto, responsabilidad, cooperación, desprendimiento, humildad entre otras muchas virtudes, que, de aplicarlas, permita que la coexistencia entre todos los seres vivos sea armónica.

Finalmente, junto a todos estos desafíos, no se puede dejar de mencionar la crisis educativa, que como bien menciona Juan Miguel Batalloso (2014), forma parte de una “poli crisis” configurado por la crisis ambiental, económica, social, política, cultural, además de la crisis ética, personal, psicosocial y de sentido. La crisis educativa no sólo pasa por su acceso, considerando que a la fecha grandes masas de población no tienen la posibilidad de asistir a la escuela, ya sea por temas económicos, religiosos y por conflictos bélicos, siendo la mujer la más perjudicada. Asimismo, el tema educativo enfrenta problemas e inconsistencias con los modelos vigentes, además de una pobre formación docente, carencia de metodologías eficientes que estén acorde a la naturaleza del niño e ideologías que subyacen a los modelos vigentes. El tema educativo se desarrollará en el siguiente capitulo con mayor profundidad.

Describir por describir los principales desafíos de la sociedad contemporánea no tendría ningún sentdo, sino es que se los une a una reflexión de cómo podrían superarse. En este propósito, existen muchas voces que coinciden en señalar que el camino podría pasar por el diseñar una nueva ética, a lo que añadiría la necesidad de que dicha ética pueda incorporarse en el ser de cada individuo a través de procesos educativos formales, de lo contrario se corre el riesgo de que sea una declaración de intenciones que no toma forma en la acción. 

Ante este escenario de múltiples desafíos globales, es necesario priorizar. Singer decía que los principales dilemas morales de hoy en día no debieran ser la homosexualidad o el aborto, sino los relacionados a nuestras obligaciones en tanto habitantes de un mundo rico, en el que viven personas que mueren de hambre, en un mundo en el que se incrementan los odios racistas, en un mundo con un desequilibrio ecológico y una falta de respeto a los animales..

 

ÉTICA DE LAS VIRTUDES Y LA EDUCACIÓN  SOBRE LA BASE DE LA PROPUESTA DE LOS AUTORES ELEGIDOS.

Los autores estudiados entregan conceptos sobre una ética de las virtudes, que si bien, tienen sus particularidades y elementos propios, comparten un enfoque común que tiene que ver con la necesidad de cultivar en el ser humano habilidades y capacidades que lo lleven a actuar de una manera ética. Los tres representan a un grupo -no menor- de intelectuales que incorporan en sus planteamientos la ética de las virtudes. Aunque con distintos apelativos, en lo esencial dialogan  sobre aspectos éticos y entregan una propuesta donde la formación del carácter, en términos aristotélicos, es lo esencial. También reconocen los desafios de una época en la que al parecer no se sabe bien cómo incorporar en la dinámica social una ética de las virtudes capaz de alcanzar el bien individual y colectivo. De alli que un punto en común es que entregan al proceso educativo un sitial central en miras de cultivar un carácter de excelencia en el ser y hacer del individuo.

¿Por qué y para qué sería necesaria una ética de las virtudes, en especial en un contexto educativo, según los autores estudiados?

Siendo esta la pregunta central de este ensayo y con la que busco establecer el por qué y para qué sería necesaria una ética de las virtudes en la sociedad actual y revalorizar su papel, especialmente en el ámbito educativo, es necesario decir que, más allá de los términos que cada autor utilice en sus respectivos trabajos, se relacionará sus aportaciones con el concepto de una ética de las virtudes descrita anteriormente.

Victoria Camps decía que no “vivimos de espalda a la ética,  la nombramos muy a menudo, especialmente para afear la conducta ajena y legitimar la propia, pero también porque sabemos que el motor de un posible cambio no puede ser únicamente el bienestar material y porque todos y cada uno de nosotros –no sólo el Estado o políticos– compartimos la responsabilidad de futuro”.  Tres cuestiones valen la pena resaltar a partir de la mirada de Camps. Primero que entiende a la ética como una suerte de motor para facilitar cambios sociales, dejando claro que el bienestar material no debería ser la meta última. Segundo, rescato su punto de vista en que la ética en el quehacer es parte de la responsabilidad de cada individuo en miras de construir un futuro más prometedor, alineada con las reflexiones sobre una ética de la responsabilidad de Jonas Hans, que motiva un actuar de modo tal que los efectos de la acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica.  Finalmente, y el tercer aspecto a destacar es que se dice que actuar bajo el alero de estas virtudes nos entregaría un statusde seres humanos plenos y habilita la posibilidad de construir sociedades armónica. 

La propuesta de Camps tiene varias similitudes con la de Humberto Maturana, autor chileno quien considera que la ética es un motor de transformación y bienestar social.  Para él los problemas sociales son siempre culturales, ya que tienen que ver las construcciones sociales de convivencia. De allí que la solución de toda problemática social pertenece al dominio de la ética; que parte de la aceptación y legitimidad de todo ser humano, con sus semejanzas y diferencias.

Su propuesta es clara sobre ética en el sentido de ser un motor de transformación hacia el bienestar de la sociedad, incluye un enfoque renovado sobre la educación que aunque puede parecer complejo para entenderlo a cabalidad hay que explorar principios de la biología que ayudan a entender lo humano, su relación con la naturaleza, su estructura y el sistema de interacciones como un todo, donde no existen componentes superfluos. Si uno no está presente todo el sistema social cambia ya que hay una conexión intima de plena interrelación entre todo ser vivo.  

En lo que respecta a la propuesta de Adela, decir que una de las aportaciones más significativas tanto en los textos elegidos para este trabajo como también en sus otras publicaciones revisadas, es que propone avanzar hacia el fortalecimiento de una ciudadania mundial que va más allá del concepto político sino más bien la considera como “un arma cargada de futuro, como un potente motor de revolución social en sus distintas dimensiones  de la vida (política, social, económica, civil, intercultural)”.

Si bien los tres autores desarrollan claras conceptualizaciones sobre ética y educación,  no establecen específicamente el cómo incorporar la ética de las virtudes en los procesos educativos, sin embargo,  ciertas pautas y reflexiones,  bien pueden ser consideradas como formas de responder a esta pregunta, sin que lleguen a ser metodologías formativas, propuestas específicas de contenido, actividades sugeridas u otra parecida. En ese sentido considero que sus aportaciones se constituyen en los enfoques educativos necesarios, y que son el punto de partida para el diseño de un proyecto educativo. Pues sin una visión clara de lo que se quiere de la educación y para qué se quiere,  la posibilidad que el andar sea azaroso y poco efectivo. (Nota: Compartiré en la versión final un punteo de las propuestas de cada autor en relación a la ética y la educación que vislumbran).

 

CONCLUSIONES: EL DESAFÍO DE AVANZAR HACIA UN MODELO INTEGRAL DE EDUCACIÓN. 

Considerando que educar va más allá de facilitar la adquisición de conocimientos o competencias, -entendimiento-, que todavía se está asimilando a un ritmo lento, aunque ya constante,  principalmente por la poca capacidad para encarar una nueva forma de gestar el proceso formativo acorde a los tiempos y las necesidades éticas, además de la poca valentía para criticar y desechar la educación que durante siglos se ha aplicado, como una acción mecánica y  unilateral de entregar conocimientos, tal si fuera abrir la mente del estudiante para vaciar conocimientos, sin que medie cuestionamientos, criticas u otros procesos emocionales u éticos.

En así que un primer paso para avanzar hacia un modelo educativo integral pasa principalmente por entender y conocer la naturaleza del ser humano, tema que ya ha sido abordado por varios estudiosos en neurociencia, pedagogía, psicología e incluso biología, tal es el caso de Humberto Maturana, quienes dan cuenta sobre la necesidad de atender a las diversas inteligencias o necesidades de los niños en las escuelas, si es que deseamos apoyar su desarrollo integral, siendo que el aspecto emocional y valórico son prioridades y no simples rellenos. 

Entender la forma en que los seres humanos tienen configuradas sus capacidades cognitivas y de cómo se gesta un aprendizaje efectivo de calidad, es un avance. De hecho muchos pedagogos a nivel mundial las han reconocido (capacidades) y están incorporando nuevas teorías a los modelos educativos actuales, aunque esto no se traduce necesariamente en alcanzar la formación que se requiere para sortear los desafíos que enfrentamos hoy día como humanidad.  Si bien estos modelos educativos son exportados, validados, aplicados y hasta bien evaluados por ser considerados innovadores y altamente eficientes a la hora de aprobar auditorias con las que demuestran que los niños están incorporando más y más conocimientos.  Realidad que no puede negarse, pues los niños de hoy en día, a diferencia de los del siglo pasado cuentan con más inquietudes, mayor información y destrezas en distintos ámbitos.  

El desafío de lograr una educación integral, sin duda no pasa por la búsqueda de una receta mágica, sino requerirá de ciudadanos capaces de reconocer la necesidad de edificar un nuevo orden mundial como proyecto común, capaces de reconocer el concepto de la unidad de la humanidad que invita a ver a los demás como parte de la familia humana, donde la diversidad / pluralidad de los miembros no es una amenaza sino una riqueza. De tener clara esta mirada del mundo, los ciudadanos, sin duda alguna,  serán capaces de diseñar las bases de una estructura educativa integral que pueda llevar adelante este proyecto:   un nuevo orden mundial basado en virtudes.Lo decía Bernardo Klisberg que al mundo no le hace falta riqueza ni conocimiento para enfrentar los desequilibrios, lo que hace falta son personas que actúen en todo lugar y momento con virtudes como eje motor de las acciones humanas.

Esta propuesta no es de ninguna manera original. Se ha desarrollado mucho al respecto, sin embargo, lo que se requiere es pasar del discurso a la acción. Es decir, se requiere contar con un proceso formativo (hogar, escuela), que garantice que las personas actúen con un ética de virtudes tal que llegue a transformar la dinámica social. Es así que la ética de virtudes no sería un elemento más de la formación, sino es la base en si. 

 

 

 

[1] Claudia Albarracin es Comunicadora social, Magíster en Ética Social y Desarrollo Humano, Universidad Alberto Hurtado. Fundadora de Mundo de Virtudes,  un proyecto educativo.

[2]  El filósofo Estagira, mencionado en el libro El Gobierno de las Emociones de Victoria Camps, señala que el carácter se construye a través de una serie de virtudes, las cuales están ancladas tanto en la razón como en el sentimiento, y el fin de los cuales es que el ser humano desarrolle lo que para Aristóteles llama su “función propia”, es decir, que haga lo que debehacer un ser humano para ser excelente.

 

[3] Fecha en la cual los Estados Unidos sufre cuatros atentados terroristas suicidas cometidos miembros yihadista Al Qaeda, causando la muerte de 3016 personas (incluidos los 19 terroristas y los 24 desaparecidos) y dejando a otras 6000 heridas, así como la destrucción en Nueva York  de todo el complejo de edificios del Word Trade Center  y graves daños en el edificio del Pentágono  episodio que precedería a la guerra  de Afganistán y a la adopción por el Gobiernos de los Estados Unidos y sus aliados de la política denominada Guerra contra el terrorismo.

                  https://es.wikipedia.org/wiki/Atentados_del_11_de_septiembre_de_2001

 

[4] Según la página oficial de los baháis en Chile, se dice que es “la más joven de las religiones independientes del mundo. Su fundador, Bahá'u'lláh (1817-1892), es considerado por los bahá'ís como el más reciente en la cadena de Mensajeros de Dios. La idea central del mensaje de Bahá'u'lláh es que la raza humana es una sola http://www.bahai.cl/

[5] Fernando Karadima Fariña, nació en Antofagasta el 6 de agosto 1930,  fue sacerdote católico de por vida. En 2010, se dio a conocer a la opinión pública la existencia de una serie de denuncias en su contra por abusos sexuales. El proceso civil, que había sido inicialmente archivado, fue reabierto luego de que en el proceso canónico paralelo, entregado el 16 de enero de 2011, fuera declarado culpable de abusos sexuales contra menores con violencia y abuso de su potestad eclesiástica.https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Karadima

[6] Diario digital: La Izquierda Diario, del miércoles 17 de enero de 2018.          http://www.laizquierdadiario.com/La-crisis-estructural-de-la-Iglesia-Catolica-en-Chile

 

[7] Es una organización sin fines de lucro dedicada a las ideas a través de expertos de distintas áreas del conocimiento.