TRANSFIGURO EL MUNDO SI LE ATRIBUYO VALORES DIVERSOS - Antoine De Saint-Exúpery

TRANSFIGURO EL MUNDO SI LE ATRIBUYO VALORES DIVERSOS

Porque yo os transfiguro el mundo, igual que el niño con sus tres guijarros, si le atribuyo valores diversos y otro papel en el juego. Y para el niño la realidad no reside ni en las piedras ni en las reglas, que no son más que una trampa favorable, sino sólo en el fervor que nace del juego. Y los guijarros se transfiguran en recompensa.

¿Y que harás tú de tus objetos, de tu casa, de tus amores y de los ruidos que existen para tus oídos, y de las imágenes que se dirigen a tus ojos, si no se tornan materiales de mi palacio invisible que los transfigura?…

Mas aquéllos que no extraen sabor alguno de sus objetos por faltarles un imperio que los anime, se irritan contra esos mismos objetos. « ¿Por qué es que la riqueza no me enriquece?» , se lamentan; y calculan que conviene aumentarla porque no era suficiente. Y acaparan otras que los molesta más aún. Y allí están, crueles en su irreparable hastío. Porque no saben que buscan otra cosa, y a que no la han encontrado. Encontraron al que se mostraba dichoso de leer su carta de amor. Se inclinaron sobre su espalda, y al observar que extraía su alegría de unos caracteres negros sobre la página blanca, ordenaron a sus esclavos extender sobre páginas blancas, en mil combinaciones, los signos negros. Y luego los castigaron con sus látigos al no conseguir el talismán que da felicidad.

Porque para ellos no existe nada que haga resonar los objetos unos sobre otros. Viven en el desierto de sus piedras amontonadas.

Pero yo me llego hasta quien con ellas edificó el templo. Y las mismas piedras les vierten la beatitud.

 

(De la Nota 131)


DE CORRECCIÓN EN CORRECCIÓN MARCHO HACIA DIOS

—He escrito mi poema. Me falta corregirlo.

Mi padre se irritó:

—¡Escribes tu poema y luego lo corriges! ¿Qué es escribir, si no corregir?

¿Qué es esculpir, si no corregir? ¿Has visto modelar la arcilla? De corrección en corrección surge el rostro, y el primer toque del pulgar era y a una corrección del bloque de arcilla. Cuando fundo mi ciudad, corrijo la arena. Después corrijo la ciudad. Y de corrección en corrección marcho hacia Dios.

 

(De la Nota 133)