ROSTRO NUEVO LEÍDO EN EL PRESENTE
Y así nacen las grandes obras y los imperios.
Sólo hay presente para poner en orden. (...) Y, por cierto, tienes trabajo cuando el presente se te suministra como material. Y yo, de este conjunto de carneros, cabras, campos de cebada, moradas, montañas que son, en el instante que los llamo, dominio o imperio, extraigo algo que no estaba antes y que llamo uno y simple, pues quien lo alcance con la inteligencia lo destruirá sin haberlo conocido; y así fundo el presente, lo mismo que el esfuerzo de mis músculos cuando llego a la cima organiza el paisaje y me hace asistir a esa dulzura blanca en la que las ciudades son como huevos en los nidos de las campiñas, lo que no es más verdadero o más falso que las ciudades vistas como navíos o como templos, sino otra cosa. Y está en mis manos hacer de la suerte de los hombres un alimento para mi serenidad.
Sábelo, pues: toda creación verdadera no es prejuzgar sobre el porvenir, persecución de quimeras y utopías, sino rostro nuevo leído en el presente, reserva de los materiales en desorden recibidos en herencia, y de los cuales no debes ni regocijarte ni quejarte, pues simplemente, como tú, son por haber nacido. Deja, pues, el porvenir desenvolver uno a uno sus ramajes. De presente en presente habrá crecido y entrará concluido en su muerte. No te inquietes por mi imperio.
Después que los hombres hayan reconocido ese rostro en la disparidad de las cosas, después que haya hecho obra de escultor en la piedra, habré dado con la majestad de mi creación un golpe de palanca a sus destinos. Y desde entonces irán de victoria en victoria, y desde entonces mis cantores tendrán algo que cantar, pues en vez de glorificar dioses muertos celebrarán simplemente la vida.
Observa mis jardines donde los jardineros van en el alba a crear la primavera, no discuten sobre los pistilos ni las corolas: siembran las semillas.
Os lo aseguro a vosotros, los descorazonados, los desdichados y los vencidos: ¡sois el ejército de la victoria! Porque comenzáis en este instante y es bello ser tan joven.
Mas no creo que pensar el presente sea simple.
(De la Nota 56)