texto
de Julio Barrenechea
Como la luz en su platino vivo,
envuelto en un metal de suaves muros,
entre lutos de amor, semidormido,
con los ojos tendidos a otro mundo.
¿Qué aceite me separa de las aguas
de esta vida que toca a mis orillas?
Estoy como un silencio iluminado,
vagando en un océano de lilas.
Si pudiera mirarme me vería,
con el oído de cristal, atento
a un caracol de músicas perdidas.
Como me veo yo cuando me miro,
encendido entre sombras, escuchando
el paso de la luz por el olvido.