texto
de Francisco Donoso
Yo vengo del imperio sagrado de lo blanco,
donde el sol y la nieve lanzáronme a la vida;
y, loca de alborozo, de barranco en barranco,
he bajado hasta el valle, de amor estremecida.
En mi largo camino, yo vencí el duro flanco
de las rocas soberbias; y de cada florida
soñadora ribera mil suspiros arranco
para llevar su aroma sobre mi luz dormida.
Por tercos roquedales, por arenas y frondas,
buscando los abismos amargos de los mares,
caminaré entonando los versos de mis ondas;
porque yo se que un día me verán los querubes
llorando en los divinos silencios estelares,
llevada por los vientos, barqueros de las nubes...