texto
de Francisco de Quevedo y Villegas
En el precio, el favor; y la ventura,
venal; el oro, pálido tirano;
el erario, sacrílego y profano;
con togas, la codicia y la locura.
En delitos, patíbulo la altura;
más suficiente el más soberbio y vano;
en opresión, el sufrimiento humano;
en desprecio, la ciencia y la cordura.
Promesas son, ¡oh Roma!, dolorosas
del precipicio y ruina que previenes
a tu imperio y sus fuerzas poderosas.
El laurel que te abraza las dos sienes
llama al rayo que evita, y peligrosas
y coronadas por igual las tienes.