CANTORES QUE REFLEXIONAN

texto

de Violeta Parra

En la prisión de la ansiedad 
medita un astro en alta voz,
gime y se agita como león 
como queriéndose escapar.
¿De dónde viene su corcel 
con ese brillo abrumador? 
Parece falso el arrebol 
que se desprende de su ser,
viene del reino de Satán 
toda su sangre respondió;
quemas el árbol del amor 
dejas cenizas al pasar. 

Va prisionero del placer 
y siervo de la vanidad,
busca la luz de la verdad 
más la mentira está a sus pies.
Gloria le tiende terca red 
y le aprisiona el corazón;
en los silencios de tu voz 
que se va ahogando sin querer 
la candileja artificial 
te ha encandilado la razón.
Dale tu mano, amigo sol 
en su tremenda oscuridad. 

Qué es lo que canta digo yo 
no lo consigue responder 
vana es la abeja sin su miel 
vana la hoz sin segador.
¿Es el dinero alguna luz 
para los ojos que no ven? 
Treinta denarios y una cruz 
responde el eco de Israel.
¿De dónde viene tu mentir 
y adónde empieza tu verdad? 
Parece broma tu mirar 
llanto parece tu reír. 

Y su conciencia dijo al fin:
cántele al hombre en su dolor 
en su miseria y su sudor 
y en su motivo de existir. 

Cuando del fondo de su ser 
entendimiento así le habló 
un vino nuevo le endulzó 
las amarguras de su hiel.
Hoy es su canto un azadón 
que le abre surcos al vivir 
a la justicia en su raíz 
y a los raudales de su voz.
En su divina comprensión 
luces brotaban del cantor.