YO CONSTRUYO MI CIVILIZACIÓN - Antoine de Saint-Exupéry

YO CONSTRUYO MI CIVILIZACIÓN

Morada de los hombres, ¿quién te fundará sobre la razón? ¿Quién será capaz, según la lógica, de construirte? Existes y no existes. Eres y no eres. Estás hecha de materiales dispares; pero es preciso inventarse para descubrirte. Igual que aquél que destruyó su casa con la pretensión de conocerla posee sólo un montón de piedras, de ladrillos y tejas, y no sabe qué servicio esperar de ese montón de ladrillos, de piedras y de tejas, pues les falta la invención que los domina, el alma y el corazón del arquitecto. Porque faltan a la piedra el alma y el corazón del hombre.

 

Pero como las únicas razones son las del ladrillo, la piedra y la teja, y no las del alma o del corazón que los dominan, por su poder los transforman en silencio, y como el alma y el corazón escapan a las reglas de la lógica y a las leyes de los números, entonces, yo apareceré con mi arbitrariedad. Yo, el arquitecto. Yo, que poseo un alma y un corazón. Yo, único que posee el poder de cambiar la piedra en silencio. Llego y amaso esta pasta que es sólo materia, según la imagen que sólo me llega de Dios y fuera de las vías de la lógica.

 

Yo construyo mi civilización, prendado del gusto que tendrá, como otros construyen sus poemas y la inflexión de la frase y cambian la palabra, sin estar obligados a justificar la inflexión y el cambio, prendados del gusto que tendrán, y que conocen en el corazón.

 

Porque yo soy el jefe. Y escribo las leyes y dispongo las fiestas y ordeno los sacrificios y, de sus carneros, de sus cabras, de sus moradas, de sus montañas,

extraigo esta civilización semejante al palacio de mi padre donde todos los pasos tenían un sentido.

 

Porque, sin mí, ¿qué hubieran hecho del montón de piedras, al removerlo de derecha a izquierda, sino otro montón de piedras todavía menos organizado? Yo gobierno y escojo. Y soy el único que gobierna. Y he aquí que pueden orar en el silencio y la sombra que deben a mis piedras. A mis piedras ordenadas según la imagen de mi corazón.

 

Soy el jefe. Soy el dueño. Soy el responsable.

(De la Nota 4)