texto
de Romildo Risso y Atahualpa Yupanqui
No me hagan tantos elogios
de esos que vienen al campo
y ruempen tuita la tierra
que logran tener a mano.
No digo que pa’ vivir
tenga que hacerse algún daño,
pero más de lo preciso
demuestra espíritu malo.
Si hay leña caída en el monte
yo no voy a voltear un árbol,
pue’ el aire no puedo dir
de no, ni pisaba el pasto
Yo no sé lo que tendrán
los yuyitos de mi tierra,
que en cuanto sienten alivio
ellos solos se enderiezan
Al tranco lo pisotean
las mulas y los sotretas,
y nacen las hojas verdes
por entre las hojas secas
Así debe ser el criollo
malo es que tarde se aprienda,
igualito y parejito
como el yuyo de mi tierra
Que nazcan sus hojas verdes
por entre las hojas secas.