de Julia de Burgo
¡Te adoré tanto anoche!
-Me adoraste en ausencia.
-¡Te besé tanto anoche!
-Me besaste en ausencia.
-¡Te miré tanto anoche !
-Me miraste en ausencia.
-¡Te adoré
sin pensarte en la forma.
Te besé
sin sentirme en tu rostro.
Te miré
sin mirada y sin sol.
-¿Y eso es posible, amada?
-Pregúntalo a la nube
que cruzó por mi sueño y se posó en tu alma.
-¿Qué se posó en mi alma?
-Cargada por la brisa, con la última nota
de mi vida en canción...
-Y la brisa ¿qué hizo
al sentirte en sus prados?
-Con los ojos turbados
presenció mi invasión...
-¿Y no quiso besarte?
-Sus labios no alcanzaron
mi corazón en flor.
Hubo de ver mi rostro
en sonrisa de agua,
contigo en la emoción...
-¿Y así llegaste, amada?
-Así miré tu alma,
te besé en la sonrisa,
y adoré tu ilusión...